Estoy cansada de dormir porque dormir significa soñar. Estoy cansada de encontrarte ahí donde no hay sorpresas porque sos solo proyección de mi construcción mental. Una construcción plana, vacía, mediocre.
Porque ni eso puedo hacer con éxito, ni imaginarte en la complejidad de tu ser, ni enamorarme de alguna profundidad plausible de explorar.
Estoy cansada de dormir porque la vida se escapa. De forma paradójica, mientras yo estoy cada día más atrapada. Cuatro años ya y todavía no logro descubrir qué es lo que me hace estar tan pegada a una idea tan obsesiva como tan evidentemente irreal. Detesto analizar las cosas que racionalmente desmenuzo pero que aun así no dejan de operar en mí.
Estoy cansada de dormir porque cuando me despierto solo queda pensar.