11 agosto, 2011

Aguafuertes

Buenos Aires me mata, mata a cualquiera.
Todavía me duele, todavia siento. Culpa y alegría, liberación. Confianza y soledad, yo no elegí este mundo pero aprendi a querer.
Me siento bien, como fluir. Pensé poco y eso no está del todo mal.
Cuando uno pierde todo, lo único que le queda es empezar a ganar (esperemos). "Amor", para quien busca una respuesta, es un poquito mas que hacerte bien.
Volví de estos días de sueños repetidos, de sensaciones familiares. Y una vez más me di cuenta que me apuraba, que las cosas no me iban a salir como esperaba. Que todo lo que uno visualiza no se hace real.
Sí, ahí justo en el centro del pecho lo sabía. No quedaba otra que sufrir un poco, que sentir lo que me pasa, que vivir no siempre en lo bueno.
Solo espero que sea de día, que salga el sol, tener calor y disfrutar el viento en la cara. Una buena canción, un lindo libro. El olor de los jazmines arrastrado por el viento. Encontrarme con un viejo amigo y hablarnos como antes.En definitiva mañana va a ser otro día lleno de posibilidades, lleno de cosas para cambiar. Otro día para crecer, para vivir.