14 marzo, 2024

En medio de la tormenta no podíamos dormirnos. 

En mi lado deshabitado de la cama Zafi sentado, ojos fijos en el afuera. El hocico de Nala, cálido y húmedo, sobre mi estómago, y sus orejas atentas. Les doy seguridad, lo noto porque a pesar de sus posturas no emiten sonidos. 

Pienso en que por dentro yo también tengo miedo y me hago consciente de mis tensiones. Desde ese día en que todo se derrumbó habito mi cuerpo de este modo, esperando, expectante. Entiendo, de a ratos, que no hay vuelta atrás. Serás consciente vos también de eso? 

Como toda tormenta tiene su fin, más pronto que tarde esto también va a pasar. Mi amiga me dice que ya pasó y que solo me aferro a una idea que inscribí en mi cabeza por muchos años. Que raro pensar que mis hijos no tendrán tu apellido ni sabrán de vos. Que no te voy a ver envejecer ni cumplir la promesa que nos hicimos del ahora y siempre. 

Amar es ser lo suficientemente valiente como para hacerse cargo y querer ser mejor para los dos. 

El tiempo es hoy y seguís existiendo solo en el ayer. Mañana es mejor.

06 marzo, 2024

Hasta que me desaprenda.

solo nos quedan 83 años insieme.

Gracias por traerme frescura.

Para empezar como hace tanto, como nunca.

Te pedí solo una cosa y nos sigo donde sea.

No te rindas.

El que discute en el fondo quiere llegar a una solución.