04 mayo, 2012

Así sin más

Me abrumo con pensamientos de inseguridad, de desdicha, de anhelada soledad.
Estuve sentada en esta silla abandonada por años, hasta que decidí adornarla. Me había acostumbrado, no puedo negar que ya resultaba cómodo ver en blanco y negro, y pensar igual. 

Hay una sombra en la que aún se pueden ver mis ojos como antes, como cuando me conociste de verdad. Ahora soy otra que sigue siendo la misma, imposible escapar, ya me di cuenta de que no existe tal cosa de la libertad. 


Algunas veces me decido a hablarte, a contarte lo que ya sabes. Otras veces me arriesgo a pensar que nunca estuviste ahí. Me encuentro valiente y te cuestiono, no me cierra todavía la idea de que amo hasta que no amé más. No entiendo como la risa termina en la seriedad, el sueño en la realidad y la vida en muerte, así sin más. 

Sin embargo, cuando no lo pienso mucho y actúo con naturalidad, a veces me río con vos, eso cuando no te tengo miedo.