22 marzo, 2022

Ansiedad de encontrar

Es cuando me doy cuenta de que me estoy acariciando las manos, como tranquilizandome. Dándome cariño. Son casi veinte años ya (treinta), y no encontre nada, ni busqué bien, ni siquiera lo intenté. No tengo la valentía necesaria, no tengo eso que se tiene que tener.
 
Me fui hace bastante ya. Me cansé de ensayar las sonrisas, de mostrarlas tan bien aprendidas. Y me acuerdo de cuando eran sinceras, recuerdo esas personas que hacian todo posible. Muchas de las cuales hoy ya no estan o ya no son lo que eran. No porque hayan cambiado, cambió lo que para mí significan. Las extraño, extraño lo que eran, ¿Por qué tan exigente? Ni yo doy abasto con todo lo que espero de mi.
 
Vengo escapando de mi casa, viajando, estando sola y mas acompañada que nunca. Intento distraerme sin hacer lo que se que tengo que hacer. Parar, llorar y seguir bailando. No paro porque no quiero llorar. No bailo porque ya no me quedan ganas, ya no me sale seguir el ritmo.
 
No puedo dormir, no puedo pensar. Me olvido de lo que aprendí y pierdo mas de lo que gano. Las cuentas me dan en rojo hace bastante. Sigo buscando claridad, de esa que nunca tuve o que se tiene solo cuando uno siente intensamente, cuando uno ama u odia (que en definitiva es lo mismo).
La melancolía ya me da miedo, las estaciones que fueron primavera. Quiero construir, hacer feliz. Perdón que me deslumbre pero guardo un dolor que ya es costumbre.